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Jabón que flota de coco |
El jabón que flota se hace con jabón rallado, el jabón flota en el agua porque al batirlo mucho, coge aire que queda atrapado en su interior duplicando su tamaño. Flota porque es menos denso que el agua.
Su elaboración es muy parecida a trabajar un refundido y no es fácil saber si un refundido va a salir un jabón que flota, pero en este caso es perfecto, al toca el molde se mueve y eso es que ha quedado con suficiente aire dentro de las moléculas para flotar.
180 gramos de jabón rallado de primera saponificación hecho con aceite de oliva.
136 gramos de agua mineral
10 gramos de aceite de caléndula
6 gramos de aroma de coco
Pizca de pigmento blanco perla
Pizca de sal
PREPARACIÓN
Se va a utilizar una manga pastelera y moldes de papel que se engrasan para poder desmoldarlos con facilidad.
Tanto el jabón que flota como el refundido para desmoldarlos mejor, se pueden poner unos minutos en el congelador para que endurezcan y no se deformen al sacarlos.
ELABORACIÓN
Mezclar el jabón rallado con el agua mineral y poner al baño maría dando vueltas de vez en cuando durante 2 horas, hasta que parezca un mousse.
Dejar reposar 24 horas.
El segundo día se poner al baño maría y se dan vueltas suaves con una cuchara de madera,
Se añade el aceite de caléndula, una pizca de sal, una pizca de pigmento blanco perla y se sigue dando vueltas, vueltas y vueltas hasta que volvemos a conseguir el aspecto de mousse.
Seguir batiendo unos 30 minutos y procurar que la temperatura del agua no pase de 40 grados.
Por último añadir el aroma de coco.
Seguir dando vueltas hasta que vemos que ha doblado su tamaño y tiene una textura de mousse brillante.
Con la manga pastelera lo echamos en los moldes.
Dejar secar dos días en los moldes y después desmoldar con cuidado para que sigan secando.
Estos jabones ya están curados porque se hicieron hace dos meses, eso hace que ya no tenga nada de sosa y se podrían utilizar desde el momento de refundirlos, aunque es aconsejable dejarlos una semana como mínimo para que endurezcan