El aceite de oliva virgen extra crea un jabón muy nutritivo,
mantiene la humedad interior de la piel, no bloque los poros y con el aloe vera
se enriquece el jabón aportando un efecto calmante.
En el sobre engrasado le voy a añadir aceite de oliva muy
artesanal, de una producción para uso familiar por lo tanto creo que es muy
natural, me lo ha traído una amiga de un pueblo de Italia.
Me gusta añadir aroma de vetiver al jabón de aloe porque da
sensación de frescor, aunque como sabéis, el aroma no es importante en estos
jabones porque lo que se busca es que sean buenos para la piel y para el
organismo, que no absorbamos productos extraños por lavarnos.
Tenemos que utilizar muchos productos, unas veces para
curarnos evitando males mayores y otras porque nos los ponen en cualquier cosa
sin que nos demos cuenta. Por lo menos, al lavarnos podemos evitar contaminar nuestro
cuerpo si nos interesamos y
dedicamos un poco de tiempo para
hacer jabones sanos.
RECETA
1.000 gramos de aceite de oliva virgen extra
134 gramos de sosa caustica o Hidróxido de sodio
313 gramos de agua (gramos de sosa por 2,3333)
2 gramos de vitamina E
2 gramos de ácido cítrico
10 gramos de aceite de oliva artesanal
150 gramos de pulpa de aloe vera
PASOS A SEGUIR
Pesar los productos Engrasar los moldes con aceite de oliva Mezclar la sosa echándola en el agua, utilizando
un cazo de acero inoxidable y una espátula de silicona o una cuchara de madera
para disolver la sosa, cuidado salen unos vapores de los cuales es aconsejable
alejarse un poco y hacerlo en un lugar ventilado Calentar el aceite de oliva, no superar los 45 grados, utilizar un recipiente de acero
inoxidable o pírex resistente al calor Echar la mezcla de sosa con agua en el aceite de
oliva templado y meter la batidora, batir desde el fondo levantando poco a poco hasta de una forma envolvente hasta conseguir la saponificación. Después añadimos el resto de productos: la pulpa
de aloe vera, vitamina E, ácido cítrico diluido en un poco de agua, el aceite
artesanal y por último las gotas de aroma
CONSEGUIR LA PULPA DE ALOE VERA
Cortar las hojas de aloe a un
centímetro del tronco, esto se cura enseguida y la planta sigue creciendo.
Cortas los bordes de todas las hojas
y ponerlas en agua durante 24 horas. Es conveniente cambiar el agua varias veces.
Para conseguir la pulpa hay que coger cada hoja de aloe y con un cuchillo
quitar la piel del lado interior y con una cuchara raspar la pulpa transparente.
Posteriormente lavar toda la pulpa para que pierda la mayor cantidad de
aloína posible y batir para triturar toda la pulpa.
No importa la espuma que se produce lo que queremos es que no quedan
trozos grandes.
Se puede añadir la vitamina E y el aceite del sobre engrasado para
facilitar la trituración.
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